25 enero 2010

Venta Consultiva en Tecnología

La venta de productos y servicios puede tener muchas variaciones y clasificaciones, una de ellas las clasifica en "transacionales" y "relacionales".

Una venta transacional es la que se enfoca en la venta directa de un producto o servicio por única vez, y cada venta es una transacción distinta, aunque sea a un mismo cliente. En cambio, la venta relacional se enfoca en la relación de largo plazo con un cliente, donde lo importante no es "la pasada" en la venta, sino una relación en el tiempo que asegure una venta constante en el largo plazo.

Bajo este prisma, la venta de servicios de tecnología es 100% relacional, ya que se entregará al cliente un conjunto de prestaciones por un período determinado de tiempo. Varias industrias han mutado de la venta directa al arriendo o outsourcing de servicios, debido principalmente a dos motivos: primero, el margen directo por la venta de un equipo tiende a la baja, por lo que el negocio de venta directa sólo subsiste por el volumen. El segundo motivo es que las organizaciones ya no buscan el mejor producto del mercado, sino que requieren continuidad operativa, para lo cual el producto en sí pasa a segundo plano y cobra valor el partner que prestará dicho servicio.

Varios productos se han transformado en un commodity, de buena calidad y con prestaciones similares. Lo que marca la diferencia son las soluciones de valor agregado y el servicio. Esto ha pasado con la impresión y copiado, con las comunicaciones, con la seguridad, la climatización, los PCs de escritorio, entre otros. Negocios que antes eran de ventas de insumos y productos ahora son de servicios, donde el cliente no asume la compra de activos sino que paga un valor mensual (fijo y/o variable) por un servicio que le asegure ciertos estándares.

¿Qué pasa entonces con el perfil del vendedor?
Una venta de servicios de tipo relacional requiere un perfil totalmente distinto al de un vendedor tradicional de productos. El ejecutivo actual debe realizar una venta consultiva, orientada a identificar las necesidades del cliente para brindarle la mejor solución posible que sea técnica y económicamente factible de otorgar. Esto es importante porque al cliente lo veremos todos los días (o todos los meses) por lo que la promesa inicial será evaluada en forma constante. No es lo mismo vender una plancha que un contrato a 36 meses por el servicio de impresión a una empresa.

La Venta Consultiva requiere que el vendedor pase a ser un consultor especializado, no sólo en los productos o servicios, sino que en procesos y negocios diversos. En una reunión tendrá al frente al Gerente de Compras, al Comercial y/o al de TI, con preguntas específicas de los dintintos ámbitos de la solución. Además al ofrecer servicios, el foco debe ponerse en los procesos de la organización, en sus condiciones o restricciones, en el plan de expansión o crecimiento, en la factibilidad técnica de montar una solución, y deberá centrarse sobre todo en la continuidad operativa del cliente.

Todas estas características hacen que uno se plantee si la fuerza de ventas actual tiene el perfil adecuado para ello o sólo le interesa la venta transaccional. Por otro lado, los incentivos deben estar puestos en hacer que el ejecutivo comercial no sólo se interese en generar la venta, sino que el cliente se mantenga en el tiempo y que además genere demanda adicional de servicios.

Lo que me ha tocado ver es que muchas empresas han cambiado el foco desde la venta de productos al outsourcing de servicios, pero no cambian el perfil de su fuerza de venta y no generan un esquema de incentivos acorde a las nuevas necesidades, por lo que al final se transforma en un híbrido que no siempre funciona bien.

En general los proyectos obedecen al esquema de venta consultiva, donde lo más importante es que el cliente sienta que está pagando un valor justo por un servicio de calidad, porque eso generará lazos de confianza en una relación "win-win".


Creo que todavía queda trabajo en la internalización de este concepto y en el cambio de swich del típico vendedor de productos.
Saludos.


22 enero 2010

Carta Gantt: El papel aguanta todo

Sin duda una de las herramientas más utilizadas - además del Excel - en la gestión de proyectos es la Carta Gantt. Me sorprende, eso sí, la cantidad de profesionales de cierto nivel que no la manejan.

Más allá de los detalles técnicos y funcionales de esta herramienta u otras similares, una de las cosas que más me ha llamado la atención en estos años es la capacidad de algunos profesionales para "manejar el tiempo" de una manera sorprendente.

Como el cliente siempre tiene la razón, incluso sobre el tiempo, se generan propuestas técnicas complementadas por una muy contundente Carta Gantt con tareas y plazos magistrales, todo de acuerdo a lo que el cliente quiere. Total, una vez adjudicado el proyecto "en el camino se arregla la carga". Para que nadie se ofenda, esto ocurre en un mundo paralelo muuuuy ajeno al nuestro.

La eterna pelea entre las áreas Comerciales y las de Proyecto (tema que abordaré en otro posteo) es el foco. Mientras la primera se enfoca en el volumen de ventas, posicionamiento y marketshare, la segunda lo hace en la calidad del producto o servicio que se quiere entregar. Si bien ambos focos son complementarios y necesarios, hace que se manejen lenguajes distintos y por tanto se generen distintas interpretaciones de cómo abordar una solución.

Un ejemplo clásico de lo expuesto en el párrafo anterior es la generación de la carta Gantt para un proyecto de implantación de una solución. Si bien es el área de TI la encargada de generar las actividades y tareas que técnicamente son las adecuadas para enfrentar el proyecto, a la hora de fijar los plazos el tema cambia ... ¿15 días hábiles para el levantamiento inicial? ¿tanto? ... ¿y si son 8, total ya los conocemos y podemos pedirle a ellos la información? ...

Mientras el área de TI propone 3 meses para la implantación total y entrada en producción, el área Comercial ya se ha comprometido a 1,5 meses con el cliente. Además las Bases de Licitación establecían dicho plazo. ¿Suena familiar? Entonces comienza lo que se ha denominado el "ajuste" de la Gantt, que no es otra cosa que disminuir los tiempos por algún factor asociado al sentido común o a las exigencias del cliente. Aparecen tareas en tiempos cero, se elimina la secuencialidad y aparece el paralelismo, los pre-requisitos desaparecen y al final se obtiene lo que se quiere y no lo que realmente se puede.

Entonces cobra sentido que "el papel aguanta todo", aunque en este caso sea papel electrónico. Creo que lo ideal es enemigo de lo bueno. ¿De qué sirve un producto técnicamente perfecto y funcionalmente exquisito si nadie lo compra? Para generar una buena carta Gantt hay que hacer un balance entre lo que técnicamente se debe hacer y plazos que sean comercialmente competitivos. No es factible establecer un plazo de proyecto que exceda en demasía las espectativas del cliente o que supere el promedio de la competencia, como tampoco es viable hacer vista gorda y dejar tareas con duración ínfima que en la práctica no es físicamente posible de cumplir.

He pasado gran parte de mi vida profesional justo en el límite de estos dos mundos, una especie de limbo entre lo comercial y lo técnico. La Carta Gantt debe reflejar precisión, acertividad, sentido común, factibilidad y competitividad.

La experiencia alimenta la acertividad, y muchas veces se pueden simplificar tareas con un conocimiento mejor del cliente y su problemática. Desconozco cuál será la mezcla perfecta para generar una buena Carta Gantt, pero lo que sí se es que no puede tener plazos "ideales" y que al menos debe ser físicamente posible de cumplir.

¿Cuál ha sido su experiencia al respecto?

Saludos.

Re-encuentro

Hola a todos, me estoy re-encontrando con muchas de las cosas que dejé botada en algún minuto, como este blog de proyectos.
Espero ahora sí retomar para plantear mis pensamientos y vivencias en temas relacionados.
Saludos a todos.