18 diciembre 2012

Consultoría - Retomando experiencias

El problema cuando uno comienza a expresarse y escribir es que hay que seguir ... y cuesta mantener siempre un hilo conductor y dedicarle el tiempo necesario, al menos a mí me cuesta.

Después de haberme paseado por varias empresas en diferentes cargos ligados a la tecnología, he vuelto en gloria y majestad a lo que más me gusta, el nebuloso mundo de la consultoría de procesos y TI. Y me he encontrado con gratas sorpresas.

En general a los consultores nos tildan de vendedores de sueños y que nunca concretamos nada. Y en cierta medida eso fue así por mucho tiempo, no en forma mal intencionada, sino que - en mi humilde opinión - el enfoque era el incorrecto. De hecho muchas de las grandes consultoras a nivel internacional contribuyeron a ello, con grandes proyectos de re-ingeniería de varios miles / millones de dólares donde se partía de la base de que había que cambiar todo, desde la raíz, trayendo a expertos internacionales por tema en proyectos que duraban varios meses e incluso años. 

Eso finalmente terminó cansando a las organizaciones, primero porque si existían significaba que no se habían hecho las cosas tan mal hasta ese entonces, y segundo porque al final de todo un mega proyecto se quedaban con un documento de 1000 páginas que les definía el futuro a 20 años, sin tener la más remota idea de cómo implementar todo eso. Ahí venía el segundo mega proyecto donde prácticamente era un nuevo calvario donde la tasa de éxito era baja.

Mi percepción es que por muchos años la consultoría se vio como algo de muy alto nivel y que sus resultados si bien eran buenos, eran muy difíciles de implementar. No eran trazables con un Plan de implementación. Con qué me he sorprendido en este retorno? Justamente en que la experiencia se ha hecho carne y tanto las metodologías como las herramientas de apoyo han evolucionado a un punto en que el foco está en poder implementar, no sólo en definir.

Esto lo cambia todo. Cuando el foco está - finalmente - en poder implementar una mejora o un nuevo proceso, todo lo que haces lo haces en función de ello, y no sólo de documentar. Entonces cobra valor la experiencia y el sentido común  de la mano con una metodología ágil y herramientas que en realidad ayudan a concretar de buena forma todo el trabajo que se realiza. Finalmente el producto del trabajo de un proyecto se puede concretar en un período razonable de tiempo, en un proceso trazable y de calidad. Pero por sobre todo la organización entiende el objetivo y se hace parte de él.

Actualmente hay muchas herramientas y metodologías que apoyan la labor de consultoría de procesos y TI, y que en efecto amplían el alcance de consultoría a diseño e implementación de soluciones. Conceptos como BPM o SOA han colaborado en ello, junto a un diseño de Arquitectura que permiten brindar soluciones incrementales, modulares, con funcionalidad reutilizable y que permiten obtener resultados concretos en poco tiempo.

Finalmente tiene sentido eso de la orientación a objetos ... cobra vida. 

Bueno, de aquí en adelante me gustaría compartir experiencias de proyecto para abrir un espacio de diálogo abierto donde todos puedan aportar con sus vivencias.

Un abrazo.